Tin Tan y Don Ramón – Hombres de Familia

De los nueve hermanos Gómez Valdés; Germán y Ramón fueron los que más se procuraron. Fueron los que mejor se llevaban, los que más se querían y a los que les fascinaba estar juntos pues eran super bohemios y sabían cotorrear “el punto”.

Se ayudaban en todo y se echaban la mano cada vez que se les presentaba algún imprevisto ya fuera en el campo económico o en el de cualquier cosa que surgiera dentro del “escabroso mundo artístico”, como le llamaba mi tío Ramón a esta carrera.

Coincidían en muchas cosas, les gustaba la misma música, tenían el mismo gusto en el comer, su sentido del humor maravilloso, medio sarcástico pero divertidísimo. Mi tío Ramón fue quien trabajó en más películas con mi papá. El otro día me puse a contarlas y fueron como cuarenta y tantas..

Podría decirse que mi papá consideraba a Ramón como su hermano chico, pues le llevaba ocho años y le llamaba: “Monchito” de cariño. Desde siempre los dos mostraron interés en la actuación, el canto y en el querer ganarse la vida por ese medio fue lo que más los unió. Los dos tenían un talento muy especial, mi tío Ramón más norteño que pachuco y le sacaba jugo a su modo de hablar lleno de dichos y frases y aunque en un principio variaban los papeles que le ofrecían, algunos eran importantes otros solo de reparto, mi tío Ramón llegó a formar parte del equipo que componía la palomilla de Tin Tan con Marcelo, Vitola, Tun Tun, Wolf Rubinski y Juanito García el Peralvillo, …como olvidar a su banda de rateros en la película “El rey del Barrio” pintando la casa toda de blanco, hasta el piano.

Tanto mi papá como mi tío Ramón habían estado casados antes y tuvieron hijos, pero los dos se las arreglaron para unirnos a todos pues algunos de los hijos de mi papá de su primer y segundo matrimonio se vinieron a vivir a la casa con nosotros y de los hijos de mi tío Ramón igualmente se encariñaron con sus medios hermanos chicos: Araceli, Gabriela, Esteban, Carmen y Selene. 

Ambos Germán y Ramón rehicieron su vida cuando, una vez divorciados, conocieron a dos hermanas que, como ellos eran artistas y lograron conquistarlas y casarse con ellas. Mi mamá y mi tía Araceli dejaron sus carreras como cantantes para atender a sus esposos y a sus hijos y aquí es donde yo aparezco en el mapa de sobrinos del árbol genealógico de la familia Valdés Julián.

Contaba mi tío Ramón que su esposa y su cuñada se habían embarazado al mismo tiempo, y que era un día de abril del 58 cuando su hermano German se hallaba en esos momentos en Acapulco en un torneo de pesca que una mañana como a las cinco de la madrugada sonó el teléfono y era Rosalía su cuñada pidiéndoles ayuda porque se sentía muy mal con contracciones fuertes y ellos de inmediato se la llevaron al hospital. Ramón pudo avisarle a German que se viniera lo antes posible pero no le dijo más. Rosalía estaba dando a luz a una niñita que pesó dos kilos 150 gramos.

Cuando German regresó y se encontró con Ramón en la casa, al verlo le dio la noticia de que había nacido su niñita. --Está preciosa!--- le dijo.

Germán confundido y algo preocupado preguntó: ---Que no debía haber nacido a mediados de mayo?---

Ramón le informó que había sido un parto prematuro y que, aunque la bebita había nacido perfecta, su Doctor de cabecera Huerta de la Sota había sido quien la había traído al mundo.

Y ahí estaba yo. Mi tío Ramón y mi tía Araceli fueron quienes me recibieron primero y mi papá una vez en el hospital le pidió a la enfermera que lo dejara verme a través del cristal pues yo estaba en una incubadora. De ahí se fue a ver a mi mamá, la besó y le dijo:

---Por haberme dado una niña tan linda, ya no me voy a ir a Estocolmo Suecia, me quedo contigo---

Mi papá tenía planeado viajar al campeonato mundial de futbol al mes siguiente, pero decidió cancelar su viaje pues le había nacido yo. Así eran de niñeros mi papá y mi tío Ramón. Dos meses después nació mi prima Araceli y luego vinieron los demás. Crecimos juntos y llevamos los mismos apellidos Valdés Julián. Nunca olvidaré como nos llevaban con ellos a todos lados, a Acapulco, a los días de campo, a las comidas a la casa de mi abuelita, a los sets de filmación siempre bromeando, riendo, siempre buscando una excusa para estar juntos, hasta cuando nevó en México se las arreglaron para hacer fiesta.

…Esta historia continúa para platicarles como era su relación en los sets de filmación de todas y cada una de las películas donde convivieron y se divirtieron juntos Tin Tan y Don Ramón, hombres de familia.