En 1957 mi papá visitaba Caracas Venezuela por tercera vez. Para ese entonces sus películas ya eran éxitos de taquilla y aplaudidas en todo Centroamérica y su popularidad era enorme, al grado que le pedían trabajar en los escenarios de Caracas junto con su carnal Marcelo prácticamente todos los años, cosa que no podía llevar a cabo debido a sus otros compromisos ya firmados.
En esa visita a Caracas, Tin Tan y Marcelo, a quien el pueblo bolivariano quería mucho, mi papá le concedió una entrevista a una cronista para la revista ELITE, y tocarían algo de su vida personal con las mujeres… con el tema: “Los gestos que valen Millones”.
El reportaje iniciaba con la opinión de la escritora quien hacía referencia al físico de Tin Tan y a su dominio para transformar su rostro y crear efectos caricaturescos. Comenzó describiendo lo que, a su parecer, fue lo que le causó estragos en su vida personal, pero que también fue parte de lo que lo llevó progresivamente al éxito como genial artista que era. Según ella ese talento especial, el de los gestos de Tin Tan junto con su compañero Marcelo, fue el tema del que se platicaría.
Ella escribe que… “Cuando Germán Valdés entra en algún sitio sin hacer gestos ni desfigurar su rostro y hacerse “feo”, ni sus más fervientes admiradoras pueden reconocerlo”. Menciona que, “Como artista romántico de grandes ojos verdes, largas pestañas, bigote cuidado y sonrisa agradable pasa como un simple artista, pero que nadie se imagina que, lo que realmente es, es un artista “Cómico””.
Ella sigue… “Pero frente a las cámaras, la transformación es perfecta: Los parpados caen, la boca se extiende desmesuradamente y las cejas suben dándole al rostro una expresión que hace morir de risa a cualquiera, aparece: “Tin Tan”.
Su compañero, en cambio no varía ni de nombre porque “el carnal Marcelo” sigue llamándose Marcelo Chávez y sigue luciendo esa prominencia abdominal. Ahora en escenarios de Caracas, los dos divierten extraordinariamente al público, como lo hicieran en sus dos viajes anteriores”.
En el artículo ahora se remonta al pasado y escribe: “Hace 15 años no se conocían. En ese entonces era el locutor “Germán Valdés” quien, trabajando de la mañana a la noche lograba ganarse $40.00 dólares a la semana, suma que solo le permitía pagar el alquiler de un pequeño departamento de Cd. Juárez donde vivía con su esposa y su hijo de tres años y la comida de los tres, tenía 22 años.
Tin Tan vivía con ese sueldo como locutor de radio, esposo y padre de familia, pero su matrimonio entró en conflicto y su relación solo duró siete años. De ahí pasó a la que sería su segunda esposa con quien procreó tres hijos, pero su sueldo no mejoró, seguía ganando como locutor de radio contratado por la estación en la frontera, y ahora de 29 años. Germán decide buscar nuevos bríos y acepta trabajar en una compañía de Paco Miller quien le ofrece un mejor sueldo, pero a cambio tendría que formar parte de una larga gira. El tener que trasladarse a la capital de México representó, tanto para él, como para Marcelo, sacrificar a la familia.
Ahí empiezan a conocer el éxito, surge Tin Tan y su carnal Marcelo. Tratar de cumplir con una agenda llena de trabajo en teatros de revista, dos años en el mejor centro nocturno llamado “El Patio” y los inicios de una gran carrera en el cine, le costó que su segunda relación matrimonial terminara en 1956”.
El reportaje concluye diciendo… “Hoy con 40 años cumplidos y volviéndose a casar con su tercera esposa, Rosalía Julián con la que espera durar para siempre, acaba de tener a su bebé, el quinto para el artista, gana $5.000.00 dólares por dos funciones al día (eso le pagan en Caracas) y ha hecho una fortuna gracias a la habilidad que tiene con sus gestos pues tiene propiedades en diferentes sitios y hasta una residencia en Acapulco. Lleva 50 películas filmadas por las que por cada una le pagan lo equivalente a cincuenta mil dólares lo que al año le representan millones. Los gestos de Tin Tan le han hecho ganar mucho dinero y las risas de su público en las ciudades que han visitado, Estados Unidos siete veces, Cuba, Panamá, Ecuador, Colombia, Puerto Rico, Centro América, Perú, Londres, etc., y hoy lo tenemos aquí en Caracas para divertirnos y reír con él pues tanto su vida artística como la personal está reconstruida gracias a los gestos que le dieron millones”.
…Viendo la vida de mi papá de cerca, no hay duda de que, tal como aquella reportera escribió, es verdad que la capacidad de transformación facial que tenía Tin Tan le permitió llegar a ser el cómico que conocemos. Pero independientemente de que ganó mucho dinero, lo que le hizo tener un gesto de satisfacción y felicidad fue finalmente su logro familiar.
Me pregunto, como su hija, si el gesto que se muestra en la portada de aquella revista, foto sacada de la película “No me defiendas compadre”, sería el mismo gesto que haría hoy si viera la condición que vive Venezuela 63 años después. Un gesto de preocupación por lo que se vive hoy día.
Esta historia continua…
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Fue un artista de primera
Desde niño he visto sus películas y me encantan mi Tin Tan